( Extracto de mi trabajo escrito: Uso del Cristal, interno y externo, desde una perspectiva Geofísica y Metafísica)
Cada estación es una manifestación de las etapas de formación y el flujo de la Vida en nosotros y en el Planeta.
Tras, las estaciones gestacionales, del Otoño e Invierno, conectamos con la esencia de esa semilla que se ha ido gestando, y es justo en la Primavera, cuando se va a expresar y nos va a permitir comunicar hacia el exterior, todo nuestro potencial interno.
“…En Febrero: El ejercicio de comunicación se expresa ya plenamente fuera, en el exterior, potenciado con una Turquesa, cuyo rayo fortalece los meridianos corporales y los campos energéticos sutiles. La turquesa a nivel físico fortalece el sistema físico e inmunitario y regenera los tejidos. Favorece la absorción de los nutrientes, alivia la polución y las infecciones virales, cura la totalidad del cuerpo, especialmente los ojos, incluyendo las cataratas.
” Aguamarina y ópalos, en Primavera”
Centrándonos en el chakra laríngeo, observamos como la turquesa permite que el alma se vuelva a expresar, absorbiendo los sentimientos negativos y transmutándolos, si la ponemos también en otros centros vitales*; trata a nivel físico todas las manifestaciones de las emociones, fluidos: afecciones del sistema respiratorio, laringe, tráquea y pulmones.”
…
Los colores de la Madre Tierra: un traje de Cristal, para cada estación (ll)Leer más »